El ojo rojo constituye una de las primeras causas en las urgencias oftalmológicas y uno de los remedios que más no demandan.

Debido a la relación en muchos casos entre las lentes de contacto y  los problemas de ojo rojo los farmacéuticos jugamos un papel importante en la solución de este problema, gracias a  la accesibilidad que tenemos a pie de mostrador.

Es crucial profundizar en estos casos de ojo rojo para poder abordarlos, diferenciar las causas, tratar aquellos que nos competen, paliar y saber derivar a tiempo a estos pacientes si fuera  necesario.

La mayoría de usuarios de lentes de contacto sufren enrojecimiento ocular. La lente de contacto supone un cuerpo extraño en el ojo  y por tanto una alteración en mayor o menor medida de la película lagrimal y de las estructuras que están en contacto con ella. Un mal uso, la falta de higiene, una mala limpieza , una educación al paciente insuficiente , materiales y sistemas de mantenimiento no personalizados pueden provocar  reacciones adversas en la superficie anterior del ojo y en los párpados cuyo primer signo es el  enrojecimiento ocular.

Este enrojecimiento es un claro signo y una señal de la existencia de alguna alteración en el ojo, no sólo en usuarios de lentes de contacto sino también en cualquier sujeto, que puede ir desde una patología grave como puede ser el glaucoma de ángulo agudo cerrado (GAAC)  hasta un proceso banal que cursa solo.

Los usuarios de lentes de contacto deben prestar especial atención porque las lentes pueden alterar  la superficie anterior  del ojo ( lágrima, córnea, esclera y conjuntiva), y ser la puerta de entrada de muchas infecciones graves  que podrían  llevar incluso a la ceguera.

Debemos reconocer, diferenciar y prevenir cada caso para o bien solucionar el caso directamente o bien saber derivar a su médico o mandar a nuestro paciente a las urgencias oftalmológicas si fuese necesario.

Es importante identificar la zona en la que se encuentra y el color de esta , observar posibles alteraciones en la pupila.

La gravedad del problema, por lo general, no viene determinada por el grado de enrojecimiento o aparición de sangre, sino que la aparición de otros síntomas como la presencia de dolor ocular o el deterioro de la visión son mucho más importantes.

Existen varias clasificaciones, no obstante nosotros lo clasificaremos como patológico o no patológico, centrándonos en aquellos casos que podamos resolver.

Aunque mencionaremos patologías graves relacionadas con el síndrome de ojo rojo, no profundizaremos en ellas ya que nuestra actuación en esos casos será la derivación al oftalmólogo, pero deberemos conocerlas (signos / síntomas)  y detectarlas  lo antes posible.

DEFINICIÓN DE OJO ROJO

Se entiende por ojo rojo el conjunto de entidades clínicas caracterizadas por un enrojecimiento que afecta, en parte o en su totalidad, al segmento anterior del ojo: conjuntiva, córnea, iris y cuerpo ciliar y párpados. Puede ser difusa o localizada.

El enrojecimiento ocular es un claro signo de una alteración de cualquiera de estas estructuras, y por tanto una manifestación de un proceso inflamatorio superficial o del interior del ojo,  puede ser  algo banal y sin importancia o una patología grave que cause ceguera, tendremos que diferenciar  la profundidad, localización y coloración de la hiperemia junto con la sintomatología y en ocasiones con otras pruebas complementarias.

Comenzaremos diferenciando cinco tipos de alteración vascular, según su aspecto y su localización y en base a esto podrá  variar la gravedad del problema.

  1. Inyección conjuntival. Es la coloración roja intensa de la conjuntiva bulbar (vasos superficiales móviles) por hiperemia vascular, más acusada en el fondo del saco conjuntival y menos cerca de la córnea. Suele deberse a problemas no tan graves en párpados (orzuelos, chalazión, blefaritis) y conjuntiva (conjuntivitis) ésta última suele ser la causa más frecuente de ojo rojo. 
  1. Inyección ciliar o periquerática. La hiperemia afecta a los vasos epiesclerales y conjuntivales profundos, de forma que el ojo adopta una tonalidad roja oscura. El enrojecimiento está localizado en la zona del limbo y caracterizado por vasos cortos. Generalmente este tipo de ojo rojo es consecuencia de un proceso ocular grave. Suele deberse a patologías de cornea y de cuerpo ciliar (uveítis).
  1. Inyección mixta. Es una hiperemia de vasos superficiales y profundos, presenta una coloración rojo-vinosa. Aparece en patologías graves del segmento anterior, es característica del glaucoma agudo.
  1. Inyección epiescleral. Se trata de una hiperemia de los vasos del plexo epiescleral superficial o profundo que aparece en las inflamaciones de la epiesclera o esclerótica.
  1. Equimosis subconjuntival o hiposfagma. Se trata de una placa de sangre por debajo de la conjuntiva, que impresiona, pero no reviste gravedad, por regla general. La mancha de sangre que se produce es indolora, no sobrepasa el limbo y no afecta a la visión. Puede presentarse a cualquier edad, como consecuencia de un pequeño traumatismo, de un esfuerzo físico, de un golpe de tos o de un estornudo incluso por stress. Se reabsorbe espontáneamente en dos o tres semanas.

El examen de un paciente con síndrome de ojo rojo debe ser sistemático y protocolario. Son aspectos básicos de la exploración de un ojo rojo los siguientes tres grandes apartados.

  1. Anamnesis: A parte de la historia clínica debemos ahondar en cuestiones como : si es un episodio único o recidivante; casos similares en la familia ; existencia de un traumatismo previo o actividades de riesgo, tipo de trabajo (ordenadores, contacto con sustancias tóxicas o volátiles, ambientes secos o cargados).Realizaremos preguntas relacionadas con:
  2. Síntomas:
  • ¿Cuánto tiempo lleva con el ojo así? ¿Siente picor, dolor y cómo es si lo hay? ¿Nota incomodidad, sensación de arenilla y cuerpo extraño?
  • ¿Tiene legañas y cómo son éstas? ¿Le lloran los ojos?
  • ¿Le molesta mucho la luz?
  • ¿Ha notado otro tipo de alteración en general? ¿Tiene algún tipo de alergia?
  1. Visión:
  • ¿Ha notado que ve peor?
  • ¿Le pasa sólo en un ojo o es en los dos?
  • ¿Ve luces, halos, manchas o sombras?
  1. Tratamiento previo:
  • ¿Le ha mirado otro especialista?
  • ¿Se ha echado algún colirio, suero,  lágrima o ha empezado a tomar algún fármaco?

Espero que os sirva de utilidad todo esto. Y que no dudéis que en Farmacia Sendino velamos por una buena salud de vuestros ojos. Además somos especialistas en elegir la mejor lágrima artificial para usted.

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Jonathan García Cairós.

Farmacéutico y Audioprotesista en Farmacia Sendino.

Profesor Colaborador en docencia práctica  en la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid.

30 abril, 2018 No hay comentarios Sin categoría