Como farmacéutica -agente de salud, siento la obligación de asesoraros sobre los hábitos más saludables para mantener una boca sana.

¡Hay que cuidarse los dientes! Para ello tenemos que adquirir unos hábitos indispensables:

  • El cepillado de dientes
  • Usar la pasta de dientes adecuada
  • Utilizar el hilo dental
  • Realizar enjuagues bucales

Además de realizar una visita anual al odontólogo para prevenir futuras afecciones.

Hoy me centraré en el primer paso: el cepillado

El cepillado se puede realizar de dos maneras:

  1. Usando un cepillo de dientes manual, convencional.
  2. Usando un cepillo de dientes eléctrico.

La finalidad es la misma: arrastrar la placa que se deposita en los dientes y minimizar la formación de sarro.

La duración del cepillado es aproximadamente de dos minutos repartidos por toda la boca. Debe ser un movimiento “arriba- abajo” intenso, pero sin apretar, porque podemos dañar las encías.

A la hora de elegir entre uno u otro, es importante tener en cuenta varios factores, como la edad del usuario o si existen problemas en la boca.

Cepillo manual

Es el de elección en niños hasta los 6 años. Así aprenden a lavarse correctamente los dientes y adquieren el hábito.

cepillo manual

Los adultos disponen de distintos modelos de cepillo manual, según sus gustos y/o necesidades.

La dureza del filamento, no representa la “dureza de la limpieza”, si no la flexibilidad y robustez de las fibras. Recomendaríamos la gama dura a aquellas personas que necesitan notar que se están lavando los dientes o, que aprietan mucho el cepillo para “arrancar” la suciedad. Los cepillos suaves están indicados para quienes tienen sensibilidad dental o, prefieren un cepillado “esponjoso”, pero eficaz.  El más habitual es el cepillo de dureza media.

También existen cepillos diseñados para limpiar implantes, ortodoncias, para encías sensibles, el ultrasuave y el de cirugía.

Cepillo eléctrico

Aunque las dos formas de cepillado son efectivas, realizarlo con este cepillo puede ser más fácil por varias razones:

  • El movimiento de oscilación/ rotación suele eliminar más placa.
  • Este movimiento, posibilita el acceso a todos los rincones.
  • Suelen llevar un temporizador que nos indica cuando hemos cumplido el tiempo recomendado de cepillado. Algunos modelos incluso avisan del momento adecuado para cambiar de zona de cepillado.
  • La mayoría tienen sensor de presión para evitar dañar la encía.
  • El grosor del mango facilita el manejo por parte de personas con artritis o falta de movilidad.

Al igual que los cepillos manuales, existe una amplia variedad de cabezales para cada necesidad. Ortodoncia, limpieza suave, limpieza en profundidad…

Recordemos también que, independientemente de si es manual o eléctrico, debemos cambiar el cabezal/cepillo cada 3 meses para asegurarnos los mejores resultados.

Espero que estas indicaciones os sean útiles a la hora de elegir cepillo, pero como siempre, en caso de duda, consulte a su farmacéutico.

 

María de los Ángeles Herrera.

Farmacéutica adjunta

 

 

8 marzo, 2017 No hay comentarios Sin categoría