El autocuidado es fundamental para mantener la salud y la calidad de vida. Es evidente que si nos cuidamos reducimos las posibilidades de sufrir enfermedades más o menos graves.

Aunque autocuidado hace referencia al cuidado personal que se realiza a persona a sí misma, entendido como lavarse y secarse, vestirse, comer y beber, también es extensible a cuidar de la propia salud.

Prevenir en salud, requiere de una buena educación sanitaria. Para ello deben implicarse tanto los profesionales de la salud como las autoridades sanitarias.

Un autocuidado racional y seguro se basa en disponer de información fiable y de asesoría profesional que resuelva nuestras dudas. Esto también es aplicable en el caso de tener algún problema de salud o padecer alguna enfermedad. Conocer el tratamiento, cómo tratar las posibles complicaciones o evitarlas, también son claves para mantener una óptima calidad de vida.

El autocuidado se basa en cuatro pilares:

  1. Llevar una dieta adecuada
  2. Hacer ejercicio regularmente
  3. Mantener una correcta higiene.
  4. Evitar factores de riesgo: fumar, beber, comer en abundancia.

El autocuidado es la forma más eficaz de ser responsables de nuestra propia salud.

Las enfermedades crónicas son un problema para el que debemos buscar soluciones, ya que son responsables de la mayor parte de la morbilidad y mortalidad en países desarrollados.

Entre las enfermedades crónicas más frecuentes están:

  • La diabetes
  • La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC)
  • Asma
  • Enfermedades cerebro-vasculares (hipertensión, ictus)
  • Colesterol (hipercolesterolemia)

Diabetes

Es un aumento de la concentración de azúcar en sangre, bien porque la insulina que produce el páncreas es insuficiente, bien porque no es capaz de metabolizar todo el azúcar que ingerimos.

Existe relación directa entre obesidad y la diabetes. Primero debemos controlar el peso evitar el sedentarismo y llevar una dieta equilibrada.

También debemos conocer los síntomas:

  • polifagia (hambre a todas horas),
  • poliuria (exceso de excreción de orina)
  • polidipsia (constante sed).

Consecuencias de una diabetes no controlada:

  • Retinopatías (ceguera)
  • Dificultades en la cicatrización de las heridas
  • Disfunción eréctil, etc

Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC)

Dificultad del paso del aire por una inflamación de los bronquios, sobre todo por el humo del tabaco. Suele aparecer a partir de los 40 años y afecta al 10% de la población.

Los síntomas :

  • Falta de aire o disnea al andar o al intensificar la actividad
  • Tos
  • Expectoración

La EPOC es una enfermedad prevenible, ya que la principal causa de su aparición es el tabaco.

Los enfermos de EPOC ven reducida su capacidad pulmonar y sufren más infecciones  respiratorias que pueden agravarse más fácilmente que en un paciente sano.

El mejor tratamiento sería dejar de fumar y evitar los ambientes contaminados, así como vacunarse contra la gripe y controlar la función pulmonar de forma periódica.

Asma

Es una obstrucción respiratoria reversible, producida por una inflamación de la capa mucosa de los pulmones, o una hiperactividad de las vías aéreas frente a ciertos estímulos (“asma alérgico”).

 

Los síntomas:

  • ahogo
  • sibilancias (pitidos al respirar)

Para su diagnóstico se hacen espirometrías, pruebas broncodilatadoras, etc.

El tratamiento es por vía inhalatoria y en casos en los que la causa es por motivo alérgico se resuelve con inmunoterapia (vacunas).

Es importante familiarizarse con los inhaladores, adaptarlos a la vida diaria y usarlos adecuadamente. De nada sirve tener el mejor tratamiento, si no sabemos cómo realizar las inhalaciones.

El objetivo del tratamiento es favorecer el proceso de respiración.

El mejor autocuidado consiste en evitar los agentes causantes de la reacción asmática y realizar ejercicios de relajación y respiración después de una crisis.

También es vital no fumar.

Hipertensión

La presión arterial es la fuerza que ejerce la sangre sobre las pareces de las arterias. Los valores normales son:

Máxima menor de 140 (se leería catorce)

Mínima menor de 90 (se leería nueve)

Una tensión adecuada sería 120/70 (doce/siete)

Cuando la tensión se mantiene durante mucho tiempo con valores aumentados no solo se dañan las arterias, también se están dañando los riñones o los ojos…

Medidas que debemos tomar para tener la tensión a raya:

  • Controlarla regularmente
  • Evitar el consumo de sal, alcohol, café
  • Controlar el peso
  • Dejar de fumar
  • Practicar ejercicio diariamente
  • Cumplir el tratamiento impuesto por el médico. Aunque esté regulada, no hay que saltarse el tratamiento: una subida podría tener graves consecuencias (infartos…)

 

En resumen, la fórmula del autocuidado sería:

 

ake &Claire

 

María de los Ángeles Herrera

Farmacéutica Adjunta.

14 julio, 2017 No hay comentarios Sin categoría